Gemma Mas Fossas
Al mejorar la creatividad en un ámbito, cultivándola y desplegándola, mejora nuestra creatividad en los demás ámbitos de nuestra vida, mejora nuestra capacidad de dar respuestas nuevas a los problemas y conflictos de siempre y a las situaciones ya conocidas. Cultivar la creatividad nos ayuda a adaptarnos a los cambios.
¿Por qué es tan importante cultivar la creatividad?
¿Qué sentido tiene practicar la actitud creativa en nuestra vida cotidiana?
La creatividad se expresa en todos los ámbitos de nuestra vida, no es sólo cuestión de artistas o de genios. Podemos ser creativos o no, en diferentes grados y en diferentes aspectos en toda nuestra vida cotidiana (trabajo, familia, amistades, ocio, amor, cocina, etc.). Hay creatividad tanto en los grandes hechos que cambian el mundo como en los pequeños actos de nuestro día a día.
Además, es una cualidad inherente a nuestra naturaleza, que nos caracteriza a los seres humanos y nos hace peculiares (producir, transformar, inventar respuestas al medio). Siendo creativos crecemos como personas, generamos nuevos sentidos que nos enriquecen y nos desarrollan, que nos ayudan a entendernos a nosotros mismos y al mundo del cual formamos parte. También es un rasgo funcional, teniendo en cuenta que sólo se transmite en la especie aquello que sirve para algo, aquello que tiene una función específica.
La creatividad implica siempre un diálogo entre lo viejo y lo nuevo; de hecho, consiste en dar respuestas nuevas a situaciones conocidas. En todo acto creativo se produce una dialéctica entre continuidad y ruptura, entre futuro y pasado, entre lo que conocemos y lo que nos es desconocido, lo que es racional y lo que es afectivo, lo consciente y el inconsciente, lo que tiene que ver con el individuo y lo que tiene que ver con la sociedad.
Cultivar la creatividad nos ayuda a algo tan necesario como es adaptarnos a los cambios, los cuales forman parte inevitable de la vida de todo el mundo, sin excepciones. Es imprescindible para hacer frente y solucionar nuestros conflictos y las situaciones que nos tienen atrapados. Ser creativo quiere decir mirar las cosas de siempre con otros ojos, buscar nuevas soluciones. Cuando «practicamos» la creatividad, se nos amplía la mirada, se nos abren nuevas perspectivas, descubrimos alternativas y esto nos permite escoger entre diferentes posibilidades teniendo en cuenta las propias necesidades. Ser creativo es una expresión de libertad.
Efectivamente, la creatividad está completamente ligada al cambio. Como seres humanos tenemos la capacidad potencial de modificar permanentemente el mundo al que pertenecemos, aunque no siempre ejercemos esta potencia transformadora o sólo la usamos en algunos aspectos de nuestra vida. Somos complejos y ambiguos: sentimos la necesidad de cambiar nuestra vida (o facetas de nuestra vida) y, a la vez, una «fuerza invisible» nos retiene, nos empuja a hacer un paso atrás o nos inmoviliza y, para vencer esta resistencia al cambio, se requiere una alta capacidad creativa. Una persona creativa es un agente de cambio, pero, para serlo, es necesario asumir que la vida es conflictiva y contradictoria. Cambio y resistencia al cambio coexisten en nuestro día a día.
Podríamos decir que una persona se siente más sana y feliz cuando se adapta creativamente, de forma activa, transformadora y abierta a los cambios; y, a la vez, una persona feliz tiene más capacidad de enfrentarse creativamente a los conflictos. Ser creativo es una cuestión de salud.
La creatividad se hermana con el pensamiento crítico. Solamente dando espacio a la pregunta, cuestionando las «verdades» establecidas, poniendo en duda cómo se supone que tienen que ser les cosas, cómo se espera que me tengo que comportar y que pensar, etc., podemos buscar soluciones creativas. Así pues, la creatividad está en las antípodas del dogmatismo, el pensamiento único, la verdad absoluta, la repetición pasiva de los modelos heredados, las certezas irrefutables, los estereotipos, el fanatismo, el inmovilismo, la rigidez, la indiferencia, etc. Y, en cambio, es amiga de romper el pensamiento dicotómico que obliga a escoger ineludiblement entre dos opciones excluyentes (blanco o negro, conmigo o contra mí…), es amiga de respetar la diferencia, de aprender a mirar la realidad desde diferentes ángulos, de aprender de los demás, del diálogo, la tolerancia, la flexibilidad, la empatía, etc.
¿Qué nos puede bloquear la creatividad? Por ejemplo, el miedo a cometer errores, la dificultad de asumir el caos y la inseguridad de la incertidumbre, la búsqueda de soluciones rápidas, el ansia exagerado de seguridad, la ilusión de tenerlo todo bajo control, la desconfianza en los propios recursos, potencias y capacidades creativas.
¿Qué puede favorecer una actitud creativa? Antes que nada nos hace falta silencio para podernos escuchar a nosotros y a los demás, aprender a observar el exterior y ser conscientes de lo que produce en nosotros y aprender a mirar lo que sentimos. Es imprescindible una relación de curiosidad con el mundo, estar dispuestos a sorprendernos, a investigar, a ser espontáneos, a desinhibirnos, estar abiertos intelectualmente y afectivamente, y a ser tolerantes con el error.
Uno de los pilares fundamentales del acto creativo es la capacidad de jugar con lo inesperado y la espontaneidad. De hecho, el juego es el primer alfabeto de la infancia, el primer instrumento para explorar el mundo real y enfrentarnos sin defensas a lo desconocido; y es el centro del proceso de aprendizaje cuando se concibe éste como una aventura. En la etapa adulta, el juego, expresión de la potencia creadora, continúa siendo un estimulador de las posibilidades vitales y, en este sentido, tiene un gran valor terapéutico. Es todo un reto jugar con alternativas, lo insólito, la sorpresa, el asombro, lo que no es convencional, etc.
El juego crea espacio para que emerja la espontaneidad y la creatividad, crea un clima para la expresión afectiva, crea una ficción que nos permite entender mejor la no-ficción, un espacio donde la incertidumbre y el error no sólo son posibles, sino que además son productivos, donde se puede afrontar la realidad y ensayar opciones, donde la libertad y las normas son complementarios y no irreconciliables, donde las cosas pueden tener diversos significados y sentidos y no únicamente uno solo, donde nos podemos quitar las máscaras y ser auténticos o ponérnoslas para investigar otras elecciones.
Y el gran amigo del juego es el humor. El humor dispara la creatividad, la facilita, ya que da libertad interna, neutraliza inhibiciones y promueve la espontaneidad. Nos referimos al humor como capacidad de reirse de las cosas que amamos y seguir amándolas (¡incluídos nosotros mismos!), a un reir con, pero en ningún caso estamos defendiendo aquel reirse de, que implica burla, mofa, menosprecio e insulto hacia el otro.
El arteterapia transdisciplinaria es un amplio campo donde sembrar y cultivar nuestra creatividad, creando espacios para la libre expresión, en los cuales utiltzamos las diferentes formas de expresión artística (plástica, expresión y movimiento corporal, teatro, música, poesía, etc.) como instrumentos de investigación, escuchando activamente con todos los sentidos y la intuición. Espacios en los que creamos las condiciones adecuadas para facilitar descubrir nuestras propias potencias y nuestros recursos, que no «vemos» o de los cuales con frecuencia no somos conscientes, siempre con las condiciones de confianza, seguridad y contención psicológica que sólo un buen profesional puede garantizar, aceptando las particularidades de cada uno, sin juzgar y con la empatía necesaria para saberse poner en la piel del otro. Espacios vivenciales donde caen las máscaras defensivas que llevamos en la vida cotidiana y aflora la mejor parte de cada uno, nos redescubrimos, se nos desbloquean sentimientos y emociones, los podemos expresar de una manera más libre. A la vez, el efecto detodo desbloquea la actitud creativa.
El Despertar la creatividad desde las artes. Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo, ofrece un espacio donde abordar y desplegar la creatividad en nosotros y está abierto a cualquier persona interesada en explorarlo.
Frases que inspiran…
Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes.
Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. Albert Einstein
Muévete y el camino aparecerá. Proverbio zen
La resignación es un suicidio cotidiano. Honoré de Balzac
Cuando el objetivo te parezca difícil, no cambies de objetivo…busca un nuevo camino para llegar. Confucio
El objeto del arte es quitar el polvo a la vida diaria de nuestras almas. Pablo Picasso
La curiosidad es una de las más permanentes y seguras características de una vigorosa inteligencia. Samuel Johnson
La creatividad es la inteligencia divirtiéndose. Albert Einstein
El intelecto siempre tiene razón, pero la intuïción nunca se equivoca. Alejandro Jodorowsky
La creatividad conduce al conocimiento y éste al cambio. Pat B. Allen
La experiencia no es lo que te sucede, sino qué haces con lo que te sucede. Aldous Huxley
El arte no reproduce lo que vemos; más bien nos lo hace ver. Paul Klee
Sólo se tiene miedo cuando uno no está de acuerdo consigo mismo. Hermann Hesse
La crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y cuando lo nuevo no acaba de nacer. Bertolt BrechtLa inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando. Pablo Picasso
No entiendo porque la gente se espanta de las nuevas ideas. A mí me espantan las viejas. John Cage
La rigidez conduce a la muerte. La flexibilidad, a la vida. Lao Tse
Me interesa el futuro porque es el sitio donde pasaré el resto de mi vida. Woody Allen
La mente es como un paracaidas, sólo sirve si se abre. Albert Einstein
Gemma Mas Fossas. ¿Por qué es tan importante cultivar la creatividad?
Directora de UBK Ki Dojo Catalunya, miembro del equipo del Máster de arteterapia transdisciplinaria y desarrollo humano y del Instituto de arteterapia transdisciplinaria de Barcelona (IATBA). © Gemma Mas Fossas